My weakness lies beyond my reflection.



13.8.10

Me creo realista, con los pies sobre la tierra, cuando en realidad soy un cometa que viaja sin rumbo por los cosmos, infinitamente.

8.8.10

Sos lo único que me ilumina. Te pido no me apagues.
Por favor.

7.8.10


Me di cuenta que me había olvidado cuando pensé en él, luego de tanto tiempo. Me acordé. No sé si sentirme feliz o no, no sé describir bien lo que siento, nunca supe. Remontando aquellos tiempos, que hace poco fueron, la felicidad me temblaba. Era normal de mí abrigarla con ligeras ilusiones, ilusiones que la brisa del tiempo, disimuladamente, se llevaba. Desvirtud que tienes, maldito tiempo, de llevarte todo. Egoísta. No hay modo de escaparte. El vacío que dejás está en todas partes.
Pienso. Pienso nuevamente. Creo que pienso demasiado para mi salud. Creo, de creer, no de crear, pues crear no creo nada, que nunca conseguiré un amor justo, en balance, armónico. No soy pesimista, soy realista. ¿Un soñador realista? ¡Qué ingenuo!
Me voy de tema, como siempre me voy de todo. Me parezco al tiempo, sólo que no me llevo nada.
Hablaba del vacío. Este vacío que tengo de no tener nadie en mi cabeza, sólo fantasmas, me está matando. Fuiste el fantasma que más duró en mí. Deberías estar orgulloso por ello. ¿Y ahora? Antes anhelaba olvidarte, sacarte de mi mundo y dejar de sufrir. Y ahora que se me cumplió, no logré nada. Sigo igual: loco, desesperado.
Me cansé, quiero ser fantasma, como vos sos, como él fue, y él será también. ¿Quién sabe? Tal vez así, me sea recíproco...

4.8.10





Gracias a los fabricantes de normas. A los quebradores de espaldas.
A los autócratas sinceros. A los falsos demócratas.
A los constructores de paredes. A los pintores de líneas de conducta.
Gracias. Gracias nuevamente. A quienes tatúan números.
A quienes señalan con el dedo. A quienes calculan su codicia.
A quienes separan por color. A quienes mienten sonriendo.
Gracias. Muchísimas gracias.
Por favor, den un paso al frente, bajo los reflectores.
Los vamos a retratar. A inmortalizar. A agradecerles.
Vamos a grabar sus rostros en nuestro álbum de infamia.
Para que nunca olvidemos.
Para que nunca aceptemos.
¡Viva la Alegría!
El Rey y los Nobles se reunieron para escuchar. El bufón se aclaró la garganta y empezó a explicar. "Está perfectamente claro, si yo fuera Rey", dijo el Bufón, "necesitaría un Bufón. Y si el Bufón fuera el Rey, el Bufón real sería la encarnación de la insensatez. Insensatez tan insensata que sería sabia. En el momento en que el Bufón fuera el Rey, el Rey sería el Bufón, uno sería el otro y los dos serían el mismo, como cola y cabeza, que juntos determinan quién gobierna el mundo, cuando van hacia el norte dirigiéndose hacia el sur, o viceversa, según cómo se mire. ¿Entienden?" - Los Nobles y el Rey no lo entendieron, por lo que el Bufón respiró hondo y con la sombra de una sonrisa en los labios empezó de nuevo: "Verán, está perfectamente claro..."


Los chicos de la calle no verán Alegría.
Reír es todavía un lujo que ellos
no pueden permitirse.
Esta noche nuestro grito de júbilo
se convertirá en un llanto de rabia
por los millones de jóvenes corazones que
volverán a helarse en los suburbios de
nuestra buena voluntad. Que Alegría
se convierta en un grito de unión de
todos aquellos que todavía tenemos voz.